Descubre cómo las deducciones fiscales por I+D+i pueden ayudar a tu empresa a reducir su carga fiscal, optimizar el retorno de sus proyectos innovadores y fortalecer su competitividad. En Lanzae te acompañamos durante todo el proceso, garantizando rigor técnico y seguridad jurídica.
La innovación como eje de competitividad
En un entorno donde los ciclos de mercado son cada vez más cortos y la diferenciación depende de la capacidad para innovar, las empresas necesitan estrategias que equilibren inversión y sostenibilidad financiera.
Las deducciones fiscales por actividades de I+D+i representan uno de los instrumentos más eficaces para impulsar la inversión privada en innovación sin comprometer la liquidez empresarial. A través de ellas, las empresas pueden convertir el esfuerzo innovador en un ahorro fiscal directo, mejorando su rentabilidad y reforzando su posición competitiva.
¿Qué son las deducciones fiscales por I+D+i?
Las deducciones fiscales por I+D+i están reguladas en el artículo 35 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades y permiten reducir la cuota del impuesto en función de los gastos relacionados con actividades de investigación, desarrollo o innovación tecnológica.
A diferencia de una subvención o ayuda directa, este incentivo no depende de la concesión administrativa, sino que se aplica en la propia declaración del impuesto, aportando flexibilidad, previsibilidad y seguridad financiera.
En términos generales:
- La deducción por actividades de I+D es del 25 % del gasto efectuado en el ejercicio.
- Este porcentaje puede aumentar hasta el 42 %, pero únicamente sobre el exceso del gasto en I+D respecto a la media de los dos ejercicios anteriores.
- En el caso de actividades de innovación tecnológica (IT), el porcentaje de deducción aplicable es del 12 %.
La normativa permite la compatibilidad con otras ayudas públicas, así como la posibilidad de aplicar o monetizar el crédito fiscal en ejercicios posteriores, siempre que se cumplan los requisitos establecidos.
Por qué son estratégicas para las empresas
Más allá del ahorro fiscal, las deducciones por I+D+i son una herramienta estratégica de gestión empresarial. Permiten:
- Liberar recursos financieros para reinvertir en nuevos proyectos.
- Reducir el coste efectivo de la innovación.
- Mejorar la planificación económica a medio y largo plazo.
- Demostrar compromiso con la innovación ante clientes, socios e inversores.
A nivel macroeconómico, este instrumento fomenta la colaboración público-privada y refuerza el tejido innovador del país, incentivando que las empresas mantengan o amplíen su actividad tecnológica e investigadora.
Sin embargo, su aplicación requiere rigor técnico y un conocimiento detallado de la normativa, ya que una justificación incompleta o inadecuada puede comprometer la validez del beneficio fiscal ante una revisión de la Administración.
Conclusión
Las deducciones fiscales por I+D+i no son solo un incentivo tributario: son una palanca estratégica para transformar la inversión en innovación en un retorno económico real y sostenible. Su correcta aplicación permite a las empresas reforzar su posición competitiva, liberar recursos financieros y consolidar una cultura de innovación continua sin comprometer la estabilidad operativa.
En un momento en que la competitividad se mide por la capacidad de innovar con eficiencia, aprovechar este instrumento marca la diferencia entre invertir y progresar. Desde Lanzae, acompañamos a las organizaciones en todo el proceso para que la innovación deje de ser un coste y se convierta en una ventaja fiscal y competitiva.




